¿En qué consiste el lipofilling facial?

El lipofilling facial, también conocido como lipoestructura, consiste en la extracción de grasa de una zona del cuerpo en la que se encuentre en exceso (zona donante) para infiltrarla en otra que deseemos rellenar (zona receptora).

Se trata de una concepto relativamente antiguo cuyos resultados inicialmente no fueron satisfactorios, por lo que se desestimó durante muchos años. La diferencia con respecto a las técnicas actuales popularizadas porColeman radica en la técnica quirúrgica utilizada para la extracción de la grasa, el tratamiento y procesado de la misma y su infiltracción. En sus inicios la grasa se extraía con cánulas convencionales de liposucción que se conectaban a aspiradores de alta presión.

Posteriormente se dejaba decantar la grasa de una manera simple y se infiltraba la grasa en la zona receptora con las mismas cánulas u otras muy parecidas. Los resultados eran pobres ya que ,aunque inicialmente se conseguían buenos resultados, pasado un tiempo la grasa comenzaba a reabsorberse disminuyendo el volumen de infiltración hasta prácticamente desaparecer. La razón era que la grasa se reabsorbía porque no era capaz de vivir en el nuevo lecho; los injertos grasos no prendían.

Las investigaciones posteriores demostraron que el problema no estaba en la idea o en el concepto sino en el modo de llevarla a cabo. Se desarrollaron nuevas cánulas atraumáticas para la extracción de grasa y se conectaban a sistemas de aspiración de baja presión para no dañar las células grasas (adipocitos).

A continuación aprendimos como la grasa debía ser procesada mediante la utilización de una centrifugadora que separa los adipocitos de la sangre, células muertas y detritus. Por último, ya con la grasa purificada, se describieron nuevas técnicas de infiltración con cánulas específicas.

La aplicación de todos estos avances han llevado a conseguir resultados mucho más consistentes y duraderos. Actualmente conseguimos que el 80% de la cantidad de los injertos grasos realizados permanezcan para siempre, de modo que durante el tratamiento incluiremos un 20% más de la grasa necesaria para obtener el resultado deseado.

¿Para quién?¿Soy candidata/o?

La primera indicación en la que se ha usado el lipofilling es en el tratamiento de la lipodistrofia por tratamiento con antiretrovirales. Se trata de la medicación usada para el tratamiento de la infección por VIH, que puede producir una redistribución de la grasa corporal caracterizada por pérdida de la misma en cabeza y extremidades y con acúmulo en zonas centrales. El lipofilling es una magnífica técnica para restaurar los contornos faciales. Podemos reconstruir los volúmenes perdidos y eliminar el aspecto adelgazado y característico de la cara de estos pacientes.

Tras los buenos resultados en esta patología se empezó a usar en tratamiento de malformaciones congénitas, atrofias faciales post quirúrgicas y enfermedades como enfermedad de Romberg, etc. El lipofilling ha desplazado el uso de técnicas más complejas como el relleno con colgajos microvasculares.

La última aplicación es para el envejecimiento facial. Sabemos que en el transcurso de los años la cara pierde volumen. Se produce atrofia de la grasa de la cara de modo que varía el contorno facial. Como consecuencia, la piel aparece más flácida y aumentan las arrugas. Esta evolución se ve perfectamente comparando cualquiera de nuestras fotos desde nuestra infancia hasta ahora.

El lipofilling pretende restaurar el contenido original de estos paquetes grasos, especialmente en la zona de los pómulos. Pero también lo podemos usar para mejorar el contorno de la mandíbula o rellenar el área temporal.

En el momento en el que rellenamos los depósitos grasos perdidos indirectamente tensamos la piel y las arrugas disminuyen o desaparecen.

Por otro lado el tejido adiposo inyectado mejora la calidad de la piel, posiblemente debido a su contenido en células madres (que en condiciones de falta de oxígeno como la que se produce en el tejido que recibe el tejido adiposo se convierten en capilares, arterias y venas).

Es sorprendente observar como tras un lipofilling la piel presenta mucho más tono, luminosidad y brillo aunque aparentemente no la hayamos tratado.

Los volúmenes de grasa que se suelen incluir para un tratamiento de lipofilling en la cara son muy pequeños por lo que generalmente no es problema encontrar zonas donantes de donde extraer la grasa. En pacientes con VIH en ocasiones si podemos encontrarnos con este problema dada la delgadez extrema por la lipodistrofia  presente en algunos casos.

¿Qué puedo esperar de la primera visita?

Es sin duda el primer paso que deberás dar si estás considerando la posibilidad de un lipofilling facial, concertar una primera cita con nosotros.  En esta visita hablarás directamente con el Dr. de Francia que valorará tu caso y se planteará y explicará el tratamiento más adecuado.

Es muy importante le expliques de la mejor forma posible tus inquietudes y expectativas, puedes hacerte valer de fotos o cualquier referencia que pueda ayudar a explicarte. Sólo si el Dr. de Francia te entiende perfectamente, podrá valorar el mejor tratamiento para tu caso en particular. Además será franco contigo, y te explicará y mostrará  las expectativas reales de resultado que se podrían obtener teniendo unos rasgos faciales como los tuyos.

Muchas insatisfacciones se producen porque el cirujano no entiende bien que es lo que realmente quería el paciente, y éste a su vez no es consciente de las posibles limitaciones de la cirugía con respecto a lo que él pensaba conseguir.

El mismo Dr. de Francia dirigirá la entrevista, ayudándote a obtener la mayor información sobre: antecedentes médicos personales y medicación habitual, antecedentes familiares, intervenciones quirúrgicas previas, si es  o no fumador,…

A continuación te explorará para ver con detenimiento: el aspecto de tu piel, los rasgos y proporciones faciales, las zonas principales de atrofia, la cantidad que se podría infiltrar en cada zona, las zonas donantes posibles, etc..

Si tienes fotografías tuyas de hace unos años pueden sernos de utilidad para valorar la pérdida de volúmenes.

Con toda esta información, estarás preparado para recibir todas las explicaciones pertinentes sobre tu tratamiento. Te explicaremos detenidamente la técnica quirúrgica , el postoperatorio, el tamaño y localización de las cicatrices, las posibles complicaciones y resolveremos las dudas que surjan.

El Preoperatorio

Tendrás que realizarte las pruebas preoperatorias que constan de analítica completa (incluyendo hemostasia), electrocardiograma y radiografía de torax.

Una vez decidida la realización de la intervención te facilitaremos una Guía del  Paciente donde encontrarás diversas recomendaciones para antes y después de la cirugía, así como el tratamiento médico que deberá llevar en casa durante los primeros días.

La intervención quirúrgica

La duración de la intervención quirúrgica aproximada es de una hora. En casos en los que se combine con otras técnicas como blefaroplastia o lifting cervicofacial la duración será mayor.

Se comienza extrayendo la grasa con una cánula especial de 3 mm, generalmente de la zona infraumbilical o de las cartucheras.
La cánula va conectada a una jeringa que es la que hace el vacío.Las cicatrices en la zona donante son mínimas (3mm) y suelen esconderse en sitios como el ombligo para que no se vean nada.
A continuación, se realiza el tratamiento de la grasa, consistente en una centrifugadora que separa los adipocitos del suero, células sanguíneas, células muertas, etc.
Una vez obtenida la grasa pura la colocamos en jeringas más pequeñas para infiltrarla en las zonas a tratar con otras cánulas específicas y a través de incisiones de 1 mm que después no dejarán cicatriz.

La anestesia y la hospitalización

Generalmente la intervención se realiza bajo anestesia local y sedación.

La duración del ingreso suele comprender un régimen de media estancia. El paciente va a la habitación 2-3 horas tras la cirugía hasta que remitan los efectos de los fármacos.

El Postoperatorio

El tejido adiposo apenas se reabsorbe en la cara. Las células injertadas viven en el tejido donde se han implantado y como cualquier otra célula grasa puede aumentar o disminuir su tamaño. Actualmente apenas realizamos sobrecorrección en el primer tratamiento ya que corremos el peligro de crear un exceso de volumen (“síndrome del Hamster”).

La gran ventaja del tejido adiposo es su ubicuidad, de fácil obtención y que no produce ninguna reacción alérgica o de rechazo.