La cirugía de aumento con o sin elevación de pecho lleva muchos años sin contar con novedades importantes a nivel de prótesis. Las distintas marcas mantienen los mismos implantes de base, realizando pequeñas evoluciones en busca de mejores resultados y mayor seguridad.
Sin embargo, no ha habido desde hace tiempo ninguna evolución importante que aporte una novedad sustancial a nivel de resultado. Las prótesis mamarias ergonómicas, introducidas por la marca Motiva, sí suponen un paso de gigante en el aumento de pecho.
Básicamente y resumiendo mucho, hasta ahora contábamos con dos tipos de prótesis conocidas por cualquier mujer interesada en un aumento de pecho. Por un lado, teníamos las redondas y por otro las anatómicas.
Las prótesis mamarias redondas
Las prótesis redondas tienen el mismo volumen en su mitad superior que en la inferior, de modo que, en principio, ofrecen un resultado menos natural, ya que un pecho “ideal” siempre tiene más volumen en el polo inferior (60%) que en el superior (40%).
Tienen la ventaja de que, si en el postoperatorio se giran, el resultado no se ve comprometido al ser siempre igual las dos mitades superior e inferior del implante. Son el tipo de prótesis más utilizadas a nivel mundial y las primeras que salieron al mercado.
Las prótesis mamarias anatómicas
Las prótesis anatómicas, con forma de lágrima o de gota, tienen más volumen en el polo inferior que en el superior. Tratando de recrear un pecho natural, dos tercios rellenarán la mitad de la areola hacia abajo y un tercio la mitad de la areola hacia arriba.
Tienen un diseño predeterminado, de forma que deben estar perfectamente colocadas y no girarse en el postoperatorio para mantener el resultado deseado.
Las prótesis mamarias ergonómicas
Las prótesis ergonómicas, introducidas por Motiva, tratan de situarse entre las prótesis anatómicas y las redondas, buscando acercarse a la naturalidad de las primeras y evitar la posibilidad de rotación como las segundas.
La idea es que el gel de silicona que rellena las prótesis es un material dinámico, no sólido. Todas las prótesis, al ponerse la paciente de pie, tienden a desplazar el gel hacia el polo inferior vaciándose el polo superior.
De esta forma, una prótesis redonda no es tan redonda cuando la vemos posada encima de una mesa como cuando está colocada en una paciente de pie.
Dependiendo de los fabricantes, este fenómeno se acentúa más o menos según las características de la silicona y el llenado de las prótesis.
Las mismas prótesis anatómicas, que tratan de mantener una forma más estable y por lo tanto tienen geles más duros y cohesivos, también experimentan un ligero vaciado en su polo superior por efecto de la gravedad.
Las prótesis mamarias ergonómicas tratan de aprovechar este fenómeno estudiando y optimizando la movilidad del gel dentro de las prótesis. Cuando sostenemos una prótesis ergonómica en posición vertical observamos una forma un poco más rellena que una anatómica, pero bastante más natural que la redonda. Tiene un gel más blando que las prótesis convencionales haciendo que el tacto sea más parecido a una mama no operada.
En definitiva, las prótesis mamarias ergonómicas consiguen una naturalidad muy próxima a las prótesis anatómicas, con un relleno un poco superior de la zona del escote y sin riesgo de que una rotación nos estropee el resultado.
Consideramos que las prótesis mamarias ergonómicas son una nueva opción a tener muy en cuenta a la hora de afrontar un aumento de pecho.






Te recomendamos que cojas una primera visita con nosotros para poder valorar que tipo de prótesis se adapta mejor a tus gustos y necesidades.
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