Si leemos con detenimiento las posibles reconstrucciones son colgajo DIEP y con expansor- prótesis observaremos que cada una de ellas ofrecen una contraindicación que imposibilita su realización.
En el caso de la reconstrucción autóloga con colgajo DIEP es premisa fundamental y lógica que la paciente tenga un excedente de piel y grasa en la región abdominal. Si no disponemos de este tejido o la vascularización del mismo no es óptima (se realiza una TAC antes para verlo), no podemos continuar con el proceso.
En las reconstrucción con expansor mamario y posterior prótesis definitiva vamos a necesitar expandir la piel y el músculo del pecho. Si la mujer ha recibido radioterapia estos tejidos estarán «quemados» y no podremos estíralos con garantías. En algunas pacientes muy delgadas nos encontramos que aunque no estén radiadas la piel del pecho mastectomizado es muy fina. Sabemos que el proceso de expansión aun afinará más estos tejidos quedando muy poco tejido para recubrir el implante. Ésto podría traducirse en un resultado poco estético al marcarse los bordes de la prótesis y cualquier irregularidad.
En cualquiera de estos supuestos se realiza una reconstrucción mixta en la que vamos a utilizar piel propia de la paciente traída de otra parte del cuerpo para conseguir el «envoltorio» de la mama, junto a una prótesis de mama convencional para aportar el relleno o volumen.
En la reconstrucción con colgajo dorsal ancho cogemos un huso de piel y músculo dorsal ancho de la espalda y lo pasamos por debajo de la axila para transportarlo a la mama. En la espalda solemos encontrarnos con una piel bastante laxa y excedente pero la cantidad de grasa es mucho más limitada no alcanzando casi nunca el grosor del abdomen. Por ello la piel y grasa de la espalda no son suficientes y debemos colocar un implante mamario de gel de silicona para conseguir el volumen y la forma deseable.
La secuela principal es una cicatriz en la espalda de donde hemos cogido el colgajo. Se suele situar horizontal de tal manera que coincida con la colocación del sujetador para que quede oculta en ropa interior o biquini. La utilización del músculo dorsal ancho no supone alteración funcional salvo en personas que vaya en silla de ruedas, hagan escalada o sean extremadamente atléticas.
La intervención se realiza con anestesia general requiriendo un ingreso hospitalario de 2-3 días.
La paciente necesitará una baja de unos 45 días para realizar una vida normal.